Recordemos que en la actualidad Intel posee las patentes de todo lo que tenga algo que ver con los procesadores x86 (por lo menos aquellas más importantes), por lo que cualquier compañía que desee crear su propio procesador x86 debe pagarle a Intel por el uso de su licencia. Esto es, según la FTC, lo que ha llevado a la compañía a abusar de su posición con el objeto de que ninguna otra compañía logre siquiera rasguñarle su actual cuota de mercado.
Entonces como una forma de que Intel no pueda seguir abusando de su actual posición, la FTC recomienda que se le obligue a licenciar la tecnología x86 a cualquiera que la necesite, sin que la compañía pueda poner ningún tipo de restricción para la entrada de nuevos actores al mercado.
Si pensamos que en la actualidad tanto Intel como AMD son los dos principales fabricantes de procesadores x86 y, teniendo en cuenta que ambos participan del mercado de los procesadores gráficos (donde uno de los principales actores es nVidia); resulta casi obvio que si Intel se ve obligado a “facilitar” la entrada de nuevos competidores al mercado de los procesadores x86, sería nVidia el candidato ideal para aprovechar esta oportunidad.
Para nadie debería ser un misterio que desde hace bastante tiempo se viene especulando que nVidia lleva varios años desarrollando un procesador x86. De hecho se sabe que unos 70 ex-empleados de Transmeta trabajan en la actualidad para la compañía verde. Cuando se le ha preguntado a la compañía sobre este tema, en la mayoría de los casos, los ejecutivos han mirado para el lado o cambiado de tema. Ni siquiera se han dado el trabajo de desmentirla como para que no queden dudas al respecto.
Si efectivamente la FTC logra imponer sus términos ante Intel será cosa de tiempo (y mucho dinero) para que otros actores se suban al tren, uno de los que perfectamente estaría en condiciones de hacerlo es nVivia.
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