Uno de los prototipos más extraños e interesantes de iRobot Coporation es el robot químico o chembot, un robot que cambia de forma, sin motores, ruedas o cualquier otro elemento rígido. Se ejecuta en energía química y es hecho de elastómeros dieléctricos, que son extremadamente flexibles y pueden cambiar su forma con campos eléctricos o magnéticos. En el futuro, el programa apunta a construir un robot que sea completamente blando y capaz de meterse a través de un agujero del tamaño de una moneda de 10 centavos.
Investigadores de iRobot y la Universidad de Chicago discutirán de su chembot del tamaño de la palma durante el IEEE/RSJ Conferencia Internacional sobre Sistemas y Robot Inteligentes. Donde demostrarán su concepto JSEL (Jamming Skin Enabled Locomotion) o bien “piel elástica Jamming con locomoción habilitada” que permite el control del movimiento de este robot. El polímero utilizado para la piel elástica del bot es de una solución prefabricada de goma de silicona.
Jamming en la física es un proceso por el cual algunos materiales, tales como cristales, espumas, y otros fluidos complejos, se vuelven rígidos con una densidad mayor.
No estamos hablando de la llegada de los T-1.000, pero si de una especie de Flubber de silicona, controlado por la DARPA para ayudar a los soldados a tener acceso a áreas hostiles o inaccesibles. No por nada el año pasado se invirtieron 3,3 millones de dólares en este proyecto.
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