Ayer nos hacíamos eco de la presentación por parte de Dell de un nuevo Latitude Z que ofrecía la posibilidad de recargar de manera inalámbrica su batería. Lo que hoy en día es una revolución, el año que viene será de uso corriente. Así al menos lo vaticinan en Fulton, pues creen que las tabletas de recarga inalámbricas serán tan populares como los enchufes eléctricos.
La compañía que está detrás del cargador inalámbrico del nuevo Dell Latitude Z, Fulton, cree que esta tecnología será muy popular el año que viene, pues se incorporará en todo tipo de dispositivos, como teléfonos móviles, reproductores MP3 o auriculares Bluetooth. Todo esto se verá en la próxima edición del CES, la feria internacional de electrónica de consumo más importante del mundo.
La carga inductiva, que crea una pequeña zona electromagnética alrededor de los dispositivos para recargar sus baterías, tardará algo más en aparecer en otros ordenadores aparte del ultrafino de Dell. Así lo explica Bret Lewis, director de Fulton Innovation LLC, la firma que ha fabricado la plataforma de recarga inalámbrica para Dell. Aún así, este mismo portavoz ha confirmado que están hablando con otros fabricantes para desarrollar productos similares.
Bret Lewis tiene una visión a largo plazo de este tipo de dispositivos, por eso, cree que estarán tan presentes en nuestra vida cotidiana como ahora lo están los enchufes eléctricos. De este modo, los usuarios podrán situar sus teléfonos móviles o portátiles en cualquiera de estas tabletas para realizar “cargas rápidas”.
“Podremos simplemente cargar nuestros aparatos en plataformas que estarán situadas en salas de conferencias, por ejemplo. También se podrán transportar estas plataformas y conectarlas a la red”, explica Lewis. Fulton está a la última en la tecnología inalámbrica para el suministro de energía y cuenta con unos 25 científicos que trabajan en su sede central en Michigan, que son quienes crearon su tecnología “eCoupled” hace unos años, como fruto de sus investigaciones sobre sistemas de tratamiento de agua basados en rayos ultravioletas.
Ahora, Fulton está trabajando mano a mano con el fabricante de dispositivos eléctricos Texas Instruments, que tiene previsto implantar estas bobinas y las plataformas de recarga en distintos dispositivos. Estas bobinas podrían integrarse en los productos, algo que, según Lewis, no encarecería mucho su precio, pues no serían mucho más caros que los cargadores de energía, una vez que crezca el volumen de negocio. También podrían embeberlo en las fundas protectoras de nylon o plástico que se utilizan en teléfonos móviles o reproductores MP3.
La tecnología de Fulton no se utiliza en el teléfono inteligente Palm Pre, que, aparentemente, es el primer teléfono móvil que ofrece la posibilidad de contar con un cargador inductivo.
Dell ha declarado que esta plataforma de recarga tendrá un precio de 199 dólares y que es un 70 por ciento efectiva, lo que la sitúa por encima de otros sistemas de carga inductiva. Además, Lewis añade que su tecnología se puede comparar con los sistemas habituales de conexión, que, según él, a veces funcionan ineficientemente a medida que la energía “viaja” por sus circuitos.
Tal y como explica este responsable, su cargador se desconecta completamente cuando una señal controladora basada en infrarrojos indica que la batería está llena o que el portátil no está cargándose. Así las cosas, según Lewis, sus sistemas de carga son “ya iguales o incluso algo más eficientes” que los de carga tradicionales.
Los sistemas de carga inductiva tampoco perjudican a los componentes eléctricos de los portátiles o de otros productos. Y es que, no sólo la energía que transportan es demasiado débil como para dañar a la gente, sino que también elimina el riesgo de shocks eléctricos que sí se producen con sistemas de cable. “Es la misma tecnología que utiliza un cepillo de dientes eléctrico, por ejemplo. Por eso, no creemos que haya problemas como para que puedan dañar a nadie”.
La compañía, que también trabaja con Energizer Battery, es uno de los miembros de Wireless Power Consortium, que está trabajando para desarrollar estándares de carga de dispositivos de bajo consumo, como teléfonos móviles.
Eso sí, Lewis reconoce que no existe un grupo que trabaje a favor de estándares para dispositivos de media carga energética como los portátiles o de mayor consumo, como electrodomésticos o coches eléctricos. Los coches eléctricos podrían recargarse simplemente aparcándolos sobre una plataforma especial equipada para tal efecto, de modo que el conductor pueda cargar su batería mientras está en una reunión o en el trabajo. Sin embargo, considera que la falta de estándares podría ralentizar la adopción de este sistema, al igual que ahora lo son los enchufes en la pared.
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