La denominada Comisión Augustine, creada por el presidente Barack Obama con el objeto de analizar la actual situación de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) y su proyección hacia el futuro finalmente presentó su informe final, en el que recomienda que el objetivo sea ya no la Luna, sino Marte.
Haciendo un poco de historia, en el año 2004 el Presidente George W. Bush presentó un informe (denominado “Visión para la Exploración del Espacio”) en el que se orientaba a la NASA para desarrollar un programa para volver a llevar humanos a la Luna. El programa, llamado Constellation, proponía la construcción de una nave, el Ares I, que podría alojar a 6 personas.
En la medida que el programa se fue desarrollando comenzaron a surgir una serie de problemas que fueron retrasando el calendario inicial, entre los que se cuentan errores de diseño de la cápsula que la hacían demasiado grande (y pesada) y serios problemas de seguridad. Sumado a lo anterior la NASA luchaba para mantenerse a flote luego de constantes reducciones presupuestarias aplicadas durante el gobierno de Bush, impulsadas mayoritariamente por el alto déficit de Estados Unidos y por la gran cantidad de recursos destinados para financiar la denominada “Guerra contra el terrorismo”.
Llegamos así al año 2008 cuando se inicia una de las peores crisis económicas a escala mundial, teniendo a los Estados Unidos como principal responsable y que marcó el término de la administración del Presidente Bush y el inicio de la presidencia de Barack Obama; quien señaló durante su campaña que, dentro de las medidas que se debían tomar para enfrentar la crisis, estaba una reducción del presupuesto destinado al programa Constellation.
Una vez electo como presidente, Barack Obama formó la denominada Comisión Augustine, con el objeto de que evaluara la actual situación de la NASA y planteara distintas vías de solución para enfrentar el actual escenario en el que se encontraba la agencia, que ya había sufrido la partida de su antiguo administrador y que comenzaba a mostrar los primeros signos de que su ambicioso programa comenzaba a tambalearse.
El nuevo administrador de la NASA (Charles Bolden) señaló en su primer discurso que la situación de la NASA no daba para más, resumiendo los actuales problemas que enfrentaba la agencia y tratando de dar un mensaje positivo ante las críticas que habían surgido desde el interior de la agencia en contra de la comisión.
En el transcurso de estos meses nos fuimos enterando de algunas conclusiones preliminares que apuntaban claramente a la raíz del problema, los que ahora se han visto confirmados con la presentación de las conclusiones finales de la comisión.
Haciendo un resumen del informe (en total son 157 páginas), podemos destacar lo siguiente:
- El programa Constellation estaba bien pensado bajo las condiciones presupuestarias planteadas en su puesta en marcha, pero actualmente es inviable si se toma en cuenta que se ha rebajado dos tercios de lo que era inicialmente.
- Para salir airosos de la actual situación la comisión propone algo que en palabras suena simple: igualar los objetivos a los recursos existentes. De lo contrario la agencia necesitará incrementar su presupuesto en 3.000 millones de dólares.
- Con el actual calendario del programa Constellation la NASA no tendrá un medio de transporte propio durante seis años (tomando en cuenta que, en el mejor de los casos, el cohete Ares I podría entrar en operaciones en el año 2017); por lo que proponen aplazar la retirada de los actuales transbordadores en un año (2011), con el objeto de mantener un número razonable de lanzamientos y no poner en peligro a las actuales tripulaciones.
- Sin fondos adicionales, la Estación Espacial Internacional (ISS) terminaría sus días hundiéndose en el Pacífico en el año 2015, luego de diez largos años de construcción y con sólo cinco años en funcionamiento a plena capacidad. Para que esto no ocurra se propone alargar su vida útil hasta el año 2020 (para maximizar la inversión realizada), lo que obligaría a desechar el Ares I dando paso al llamado Ares V Lite (con capacidad para llevar carga y transportar astronautas)
- En el corto plazo se recomienda a la NASA apoyarse en la empresa privada para el desarrollo de un cohete más sencillo (de ahí la importancia del Falcon 9), con el que se podría llegar a la ISS hasta que desaparezca. En general la recomendación de la comisión es que se deje el acceso a la órbita terrestre a cohetes desarrollados por la empresa privada, con el objeto que la NASA dedique todo su potencial en el desarrollo de viajes más lejanos
- Si la presidencia de Obama acepta el incremento de 3.000 millones de dólares anuales en el presupuesto de la NASA, la comisión estima que la agencia estaría en condiciones de idear un plan poniendo a Marte en el horizonte. Aunque se aclara que el planeta rojo es un claro objetivo para la NASA, pero que ir directamente al planeta no resulta del todo sensato (la idea es llegar a una de sus lunas o asteroides cercanos).
- Como para dar una luz de esperanza a quienes aún mantienen la idea de llegar a la Luna, la comisión propone utilizarla como destino intermedio al que se llegaría a mediados de la década del 2020. Claro que no es la opción más recomendable debido al gran gasto de combustible requerido para vencer su gravedad.
Con todo esto ahora es decisión del Presidente Barack Obama ver cuál será finalmente el destino que tendrá la NASA, una decisión difícil si tomamos en cuenta que no dejará a todos conformes, sea cual sea la decisión final a la que se llegue.
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