El sector TIC no ha quedado inmune a la crisis y empieza a dar muestras de la situación. Asimelec prevé que este año, algunos mercados, sobre todo los relacionados con el consumo, cerrarán el año en números rojos. Además, advierte que ha dejado de ser un mercado generador de empleo para comenzar a ser un destructor.
El sector TIC genera el 7% de PIB español con un impacto indirecto en otros sectores del 23%, cifras que para Martín Pérez, presidente de Asimelec, “representan un aspecto importante en la economía del país y, aunque la crisis también se ha dejado sentir en este mercado, sigue siendo el motor que permitirá al país salir de la situación actual”.
Sin embargo, la patronal considera que se precisa un mayor esfuerzo y reconocimiento por parte de la Administración, ya que “aunque en los presupuestos generales del próximo año, leyendo la letra pequeña, parece que se va a contar con las mismas cifras que este año, éstas ya no nos parecían suficientes. Nosotros seguimos reclamando las mismas reivindicaciones”.
Ya el pasado año, Asimelec pidió un mayor compromiso por parte del Gobierno en las inversión destinada a las TIC y que la cifra destinada a este mercado se duplicara, y las reivindicaciones para el que viene se fundamentan en los mismos términos. La patronal argumenta en sus reivindicaciones el papel que juegan las TIC como motor del nuevo modelo económico del país “pero esto sólo será una realidad si la Administración duplica su esfuerzo inversor”.
Las previsiones de la patronal para finales de 2009 reflejan unos resultados negativos en el sector TIC. Aunque algunos sectores, como el de consultoría y los servicios, no han tenido un mal año, otros van a presentar unas pérdidas cercanas al 20% respecto a los resultados de 2008, “sobre todo las relacionadas con el consumo”. Este es el caso de la comunicación y electrónica cuyas expectativas apuntan a que cerrarán el año con una caída “que se situará entre el 1 y el 4% y con un retroceso en las ventas de unos 3.500 millones de euros”, explica Martín Pérez.
Por otra parte, el sector ha dejado de ser un mercado generador de empleo para empezar a ser destructor de empleo. “Damos empleo directo y cualificado a más de 400.000 personas y de manera indirecta a más de 1,5 millones”.
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