Años después de que la seguridad WiFi haya dejado de considerarse “crítica”, un estudio ha revelado que una cuarta parte de los puntos de acceso del Reino Unido siguen estando abiertos y son inseguros.
Pero lo que es aún peor, grandes cantidades de gente se conectan a puntos de acceso abiertos en los centros de las ciudades, poniéndose en riesgo a un más que probable robo de datos.
El primer aspecto preocupante de este estudio realizado por la firma financiera CPP es el tamaño de la muestra, pues ha tomado cerca de 40.000 puntos de acceso en Londres, Edimburgo, Birmingham, Cardiff, Manchester y Bristol. Así que la afirmación de que la seguridad WiFi es un problema no es un simple dato estadístico.
En Londres, 4.746 de los 14.908 puntos analizados estaban abiertos, mientras que en Birmingham lo estaban 910 de 3.753 y en Manchester, 870 de 2.894. Asumiendo que los puntos de acceso hubieran estado abiertos por una razón, como por uso público, la encriptación aún tiene un largo camino por recorrer en el Reino Unido.
El ingenuo comportamiento de los usuarios WiFi en espacios públicos es, probablemente el principal problema, con la mayoría de ellos deseando conectarse a puntos de acceso de prueba establecidos en espacios públicos. En Londres, el estudio descubrió 155 víctimas, en Birmingham 103 y en Manchester 72.
Si en los puntos de acceso había gente con malas intenciones, cualquier usuario que decidiera utilizar su tarjeta de crédito online mientras estuviera conectado, habría corrido un gran peligro. Parte del problema con los usuarios y las redes abiertas podría deberse a que los usuarios de smartphones asumen equivocadamente que la seguridad WiFi es un problema de ordenadores portátiles. Hoy en día existen muchas herramientas WiFi para proteger las conexiones en lugares públicos, pero los consumidores no son aún conscientes de toda la oferta que tienen ante sí para elegir.
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