Hacia fines del año 2008 el ejército de los Estados Unidos decidió prohibir el uso de los pendrives, esos aparatos de reducidas dimensiones que terminaron por reemplazar a nuestros queridos diskettes.
Dicha medida fue adoptada en respuesta a la rápida propagación de un gusano informático en sus redes, logrando traspasar todas las medidas de seguridad dispuestas para este tipo de casos.
Ahora se conoce algo más de información de este hecho, gracias a la información proporcionada por el actual subsecretario de Defensa de Estados Unidos, William Lynn.
Lynn señala que dicha infección llegó a las redes militares a bordo de una tarjeta de memoria que fue insertada en un computador portátil utilizado en el Oriente Medio, agregando que el hecho no fue producto de la casualidad sino que debido a la intervención de una agencia de inteligencia extranjera (sin entregar mayores detalles).
Una vez que el gusano infectó al computador portátil procedió a infectar una de las redes administradas por el Mando Central militar de Estados Unidos. Dicho Mando Central es el encargado de supervisar todas las operaciones militares que se llevan a cabo desde el Mar Rojo al Golfo y al sur de Asia hasta Pakistán.
Posteriormente el código malicioso se propagó, sin ser detectado, en sistemas que administran material considerado como secreto y estableció una vía de acceso desde la cual fue posible transferir información a servidores que estaban bajo control de agencias extranjeras.
Según Lynn la infiltración de las redes militares significó
la peor pesadilla de un administrador de red: un programa que opera en silencio y se dedica a entregar los planes de operaciones a un adversario desconocido
Se cree que la divulgación de esta información por parte del subsecretario de defensa, busque llamar la atención de la importancia que tiene la defensa de las redes informáticas del país ante el Congreso y el público en general.
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