Esto es una pelea de perros grandes. Más que perros, elefantes, mamuts, krakens, Cthulhu y el monstruo de Cloverfield. El animal que se les ocurra no es lo suficientemente grande para ilustrar el tamaño de este enfrentamiento.
A los hechos: Anoche Oracle anunció una demanda en contra de Google por el uso de tecnologías patentadas en su software Android. Puntualmente, se trata de patentes de Java que Oracle adquirió como parte del paquete Sun cuando adquirió esa compañía.
La absorción de Sun por parte de Oracle fue una teleserie que tuvo de todo, salvo bebés robados y jovencitas que quedaron ciegas por amor y resultaron ser hijas del dueño de la Hacienda. Empezó en abril de 2009 y tuvo que pasar por la aprobación del Departamento de Justicia y la anuencia de la Unión Europea, sorteando de paso la oposición férrea de algunos próceres del software libre hasta cerrar el negocio en enero del presente año por la exigua suma de 7.400 millones de dólares. Exigua si consideramos, claro, el tamaño que llegó a tener Sun en sus años buenos.
La integración de Sun y Oracle abrió un abanico de posibilidades tan amplio que ni los propios involucrados parecían tener claras las sinergias que podrían salir de la mezcla. Un primer acercamiento fue la creación de paquetes que integrasen hardware y software, los famosos Exadata 2. Sin embargo el verdadero atractivo de Sun para Oracle era su propiedad intelectual más que sus productos existentes. En particular, una colección de patentes no muy conocidas relacionadas con Java, un framework que de a poco se fue haciendo más y más Open Source, pero nunca llegó a liberarse por completo.
En la demanda de Oracle, que insertaremos íntegra al final de este artículo, la empresa de Larry Ellison acudió a la U.S. District Court for the Northern District of California exigiendo un juicio con jurado y todo para lo que sostienen es la violación de siete patentes más una violación de propiedad intelectual. Sostienen que Android, incluyendo sin limitación la máquina virtual Dalvik VM y el SDK de Androd, infringe en más de una ocasión las patentes 6,125,447; 6,192,476; 5,966,702; 7,426,720; RE38,104; 6,910,205; y 6,061,520, las cuales no vamos a citar porque está claro que todos las conocemos de memoria. Fuera de broma, Oracle sostiene que Google efectivamente conocía esas patentes al menos desde el año 2005.
¿Por qué tendría que conocerlas? Bueno, algo de razón hay en eso. Resulta que en los años 80, mientras un team al interior de Sun trabajaba en lo que sería Java, el líder del equipo era un tal Eric E. Schmidt, quien llegó a ser Chief Financial Officer (CFO), antes de partir a Novell, empresa de la cual emigró a Google convirtiéndose en el actual CEO. Es un mundo pequeño.
Mucha gente se ha preguntado ¿Qué persigue Oracle con esta demanda? Si hacemos caso al texto presentado ante la corte, esperan recibir una indemnización no especificada (o sea indefinidamente enorme) y que Google deje de infringir las patentes. Lo último habitualmente no significa que deje de usar las patentes sino que pague por una licencia. Está claro que el primer perjudicado si Android dejara de usar Java sería el mismo Oracle, que vería desaparecer uno de sus activos del vehículo que más los está ayudando a hacer presencia en el mercado móvil.
Todos sabemos que el mercado de los smartphones y en general, la experiencia de navegación móvil, es el futuro. Nos lo han repetido hasta el cansancio y ahí es donde todas las grandes empresas tecnológicas están poniendo la mayoría de sus fichas. En particular, la llegada de Android ha marcado una verdadera revolución, expandiéndose hasta el punto de contar con más crecimiento que el iPhone, haber resuscitado al moribundo Motorola que hoy triunfa con sus Droid y haber subido como la espuma la presencia en occidente de marcas orientales como Samsung, LG y HTC, que ya venían al alza pero ahora están en racha. En tan buena racha que Apple no halló nada mejor que demandar a estos últimos porque supuestamente hacen mal uso de propiedad intelectual del iPhone. Si miramos el panorama como un todo, lo que hizo Apple es lo mismo que está haciendo Oracle pero más disimulado: “ya que Android está creciendo tanto, intentemos pegarle por algún lado a ver si sacamos una tajada”.
En el fondo, Oracle piensa que Java ME debiera ser considerado una especie de sistema operativo móvil, por lo que al incorporarlo en sus respectivas plataformas, los fabricantes de otros sistemas operativos móviles le están quitando un mercado potencial. Como todos sabemos que este enfoque no es del todo riguroso, lo más coherente es pensar que sólo buscan subirse al tren de la computación móvil. Oracle es un gigante del software y simplemente no puede permitirse quedar abajo, pero se dieron cuenta un poco tarde y decidieron buscar un atajo.
¿Qué pasará ahora? En el corto plazo es difícil decirlo. Google podría ofrecer un acuerdo extrajudicial, pero será por mucho menos dinero que lo que Oracle espera. A su vez, Oracle podría preferir esperar un dictamen judicial para maximizar la indemnización, pero entre medio probablemente tratarán de ponerle una restricción a Google para que no pueda seguir distribuyendo Android mientras dure el jucio. Entre medio pasarán los meses, llegará el 2012 y a lo mejor todo terminará. Nadie lo sabe a ciencia cierta, mejor veamos el texto de la demanda:
Google no ha sido notificado oficialmente de la demanda (aunque podemos apostar a que sus abogados ya leyeron el texto en Scribd) y hasta que eso no pase no tienen intención de emitir una respuesta oficial. Si yo fuera RIM o Nokia empezaría a preparar también una postura oficial, porque esos móviles también ocupan Java y nunca se sabe cuando te puede llegar una demanda.
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