El día de hoy algunas empresas de tecnología, entre las que se encuentran Microsoft y Google, se han olvidado de sus diferencias al ganar en la corte de Washinton, D.C., en los Estados Unidos, el derecho de utilizar los huecos que hay entre las frecuencias que usa la tramisión de televisión.
Muchos se preguntarán, ¿y eso para qué? La realidad es que no se trata de frecuencias de gran calidad, sin embargo lo mismo sucedió hace algunos años cuando la FCC liberó un espectro de muy baja calidad que a nadie le interesaba. El resultado ha sido miles de productos como teléfonos fijos inalámbricos, monitores de bebés y otras tecnologías sin cables que hoy usamos como si nada, incluyendo el popular protocolo Wi-Fi.
Ese mismo potencial, incluso mayor, existe hoy con estos nuevos espectros de frecuencia en donde ya podemos imaginarnos un Wi-Fi en esteróides, con conexiones inalámbricas estables, a gran velocidad, capaces de penetrar paredes y con muchos kilómetros de distancia entre hot-spots. Es apenas el comienzo, pero desde ya suena muy prometedor.
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