Dice el chiste que la razón por la que las mujeres no logran estacionar el auto sin pegarle a algo es porque los hombres las tenemos convencidas de que “estos son 23 centímetros”, cuando la abrumadora realidad es que son menos más.
Es que los diseñadores surcoreanos Hyong-Suk, Jung Ji-hye y Yoo-Jin Park, pese a que dicen que los asiáticos son los que más perjudicados salen a la hora de las mediciones, se aventuraron con este ingenioso sistema bautizado como Smart Finger.
Y es que claro, tendemos a reproducir el tamaño de algún artefacto según la imagen mental que nos formamos (o que queremos creer que tiene) y hacemos el gesto con los dedos diciendo “es de este tamaño” y la información tiende indefectiblemente a distorsionarse. Bueno, para eso es que este par de dispositivos de silicona -que se ponen como dedales-, tienen cada uno un sensor en su punta que entrega la distancia exacta entre ambos mediante una señal cruzada y el tiempo que demora en ir de un punto al otro.
El resultado aparece al costado de uno de los dedales y también se puede medir volumen y calcular áreas y se puede configurar para expresar las mediciones en centímetros o pulgadas.
La creación actualmente sigue siendo un concepto, por lo que a quienes quieran seguir mintiendo midiendo con las manos, aún su reinado no se verá puesto en tela de juicio. Atentas, damas.
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