Los investigadores del centro tecnológico están utilizando tecnología inalámbrica, así como chips y una cámara para luchar contra la degeneración macular del ojo. Así, han desarrollado un microchip que podría permitir a la gente invidente recuperar cierto nivel de visión.
Lo podrán hacer utilizando tecnología inalámbrica y una gafas equipadas con una cámara y un chip. De este modo, según estos investigadores, podrían recuperar al menos algo de visión en aquellas personas que sufren retinitis pigmentosa o degeneración macular, que en la mayoría de los casos, está relacionada con la edad. Además, se trata de dos de las principales causas de ceguera en el mundo.
La tecnología, en estos momentos, no podría hacer que recuperaran una visión normal, pero desde el MIT se afirma que podría proporcionar la posibilidad de moverse por una habitación o caminar por un paseo de manera autónoma.
“Cualquier cosa que pudiera ayudarles a ver un poco mejor y permitirles identificar objetos y moverse por una habitación ya sería de gran ayuda”, ha declarado Shawn Kelly, uno de los investigadores del Laboratorio de Investigación en Electrónica del MIT. “Si pueden reconocer caras de gente en una habitación, eso les permitirán volver a la vida social, mientras que hasta ahora, tenían que esperar a que alguien se dirigiera a ellos”.
Estos investigadores han completado el trabajo en un prototipo del chip y esperan comenzar las pruebas en personas con ceguera en unos tres años. Hasta entonces, probarán los chips en cerdos enanos, que tienen, más o menos, globos oculares del mismo tamaño que los humanos. Estas pruebas no podrán calcular si los cerdos responden a la estimulación de sus nervios ópticos. En su lugar, se centrarán en averiguar cuánto tiempo son operativos los implantes y si podrían causar algún tipo de daño a los ojos.
Los científicos han declarado que esperan que este prototipo de la tecnología pueda permanecer implantado de manera segura durante, al menos, 10 meses. En cualquier caso, esperan poder mejorarlo hasta el punto de que pueda permanecer implantado durante unos 10 años.
El chip está diseñado para implantarse en el globo ocular y podría recoger las imágenes enviadas por la cámara, estimulando eléctricamente las células del nervio que normalmente transmiten información visual de la retina al cerebro. El chip está integrado en una caja de titanio para mantenerlo aislado de la humedad del ojo, que podría dañar sus circuitos.
Este anuncio del MIT es una muestra más de sus últimos esfuerzos a la hora de desarrollar chips para aplicaciones médicas. Por ejemplo, el año pasado anunciaron que un equipo de investigación había diseñado un chip de consumo de energía eficiente que podría ser utilizado algún día para trabajar sobre dispositivos médicos implantables que utilizan el calor que desprende el cuerpo humano como fuente de energía. Se espera que el diseño del nuevo chip consuma unas diez veces menos energía que los procesadores tradicionales.
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