WASHINGTON — La agencia espacial estadounidene, la NASA, celebraba este domingo el sexto aniversario de la llegada a Marte de su robot explorador Spirit, cuya misión, prevista inicialmente para durar sólo tres meses, podría llegar pronto a su fin debido a un fallo que lo bloquea en un pozo.
El infatigable robot de 180 kilos y seis ruedas está atascado en la arena desde finales de abril, al oeste de la llanura de Home Plate, en el hemisferio sur del planeta rojo. Los intentos de sacarlo de allí fracasaron. El último, a finales de noviembre, no sólo lo enterró más, sino que dañó una rueda trasera.
Incapaz de moverse, Spirit no puede quitarse el polvo que se acumula en la superficie de sus paneles solares y le impide recargar las baterías. Lo que significa que "Spirit corre el riesgo de no tener suficiente energía como para sobrevivir al próximo invierno", admite la agencia espacial estadounidense.
El atascamiento del robot ha permitido, sin embargo, realizar un descubrimiento inesperado. De tanto patinar en el pozo, las ruedas movieron el suelo y pusieron en evidencia huellas de sulfatos. Ese mineral se forma a partir de vapor, lo que confirma la presencia de agua en Marte en tiempos pretéritos, señaló en diciembre Ray Arvidson, de la Universidad de Washington, en St Louis (Missouri, centro).
La misión de Spirit y de su gemelo Opportunity, que se posó en el otro extremo del planeta tres semanas después, no iba a durar más de 90 días, pero los científicos no previeron que el viento marciano sería suficientemente fuerte como para eliminar el polvo de sus paneles solares antes del accidente.
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