Que el concepto Cloud Computing es algo que ha calado en el mundo de las TIC es algo que nadie duda. Sin embargo, todavía hay cierta confusión sobre cómo funcionan las aplicaciones cloud o el impacto que puedan tener a largo plazo sobre la tecnología de negocio.
Estos errores comunes están relacionados con el rendimiento, la seguridad, la gestión, los costes o el efecto a largo plazo en los trabajadores de TI.
El Cloud Computing reducirá los puestos de trabajo. Es cierto que el entorno cloud puede reducir la necesidad de contar con algunos miembros del departamento de TI, y que algunas empresas lo han aprovechado ante la falta de un departamento interno o con el fin de reducirlo en mayor o menor medida. Por tanto, a corto plazo, puede ser una realidad. Pero, a largo plazo, no debe ser un riesgo para los departamentos de TI, porque las aplicaciones en la nube siguen necesitando un departamento de TI que controle y gestione los servicios que se ofrecen. Por tanto, la verdad es que podríamos ver modificados algunos roles, pero, a la largo, no parece que vayan a desaparecer muchos puestos de trabajo por este paso.
La nube es gratis o increíblemente barata. La versión Business de Google Apps tiene un precio de 50 dólares por usuario al año, y los servicios on-line de Microsoft a partir de 120 dólares por año. Además, ambas firmas disponen de versiones gratuitas para los usuarios domésticos. Esto suena como que es sumamente barato, pero los analistas prefieren olvidarse de este detalle y sumar, porque el coste de un servicio cloud no está sólo en la licencia. Algunos costes ocultos de los que hablan los analistas pasan por el incremento imprescindible de ancho de banda, los nuevos costes para adecuar la situación de aplicaciones y datos a la legalidad vigente… En definitiva, el problema radica en que los usuarios suelen identificar coste de adquisición o coste de la licencia como precio de un servicio, cuando hay más elementos a tener en cuenta.
El rendimiento de la nube nunca es un problema. El hecho de alojar aplicaciones y datos en un proveedor de servicios no quiere decir que tengamos que dejar de actualizar nuestra plataforma de TI interna.
Puede sustituir su Microsoft Office por una alternativa basada en la nube. Sí, en teoría, y algunas empresas lo han hecho, pero todavía son la excepción. Un estudio de IDC señalaba que el 97 por ciento de las empresas empleaban Microsoft Office, y que de ellas el 77 por ciento lo hacían tras la exclusión de otras plataformas. Un 20 por ciento de los negocios utilizan Google Docs, pero mantienen su licencia de Microsoft Office, con lo que más bien es un complemento, no una sustitución. Según los responsables de Google esto no es necesario, y con su producto los usuarios tendrían más que suficiente, pero ni los más convencidos con el desarrollo del concepto cloud podrían llegar a afirmar que las posibilidades de las herramientas on-line están a la altura de las que ofrece Office actualmente.
La nube es sencilla de implementar y gestionar. Los proveedores de servicios dicen que es sencillo, pero los clientes pueden comprobar que la gestión de servicios en la nube no es tan simple. De hecho, uno de los principales costes asociados está en la necesidad de mantener seguros los datos de la empresa.
La seguridad es… ponga usted la palabra que considere. Muchos usuarios se decantan por asegurar que la nube es insegura por naturaleza pero, en cambio, otros apuestan por el hecho de que dar el paso al Cloud Computing incrementará los niveles de seguridad de las empresas. Los primeros argumentan amparándose en los numerosos y llamativos incidentes que hemos ido publicando en los últimos meses, pero olvidan que, incluso a nivel local, la seguridad es el principal quebradero de cabeza de los departamentos de TI.
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