Intel confía aprovechar el tirón del mercado de TV y set-top boxes con el anuncio de Google TV, pero, en opinión de los analistas, deberían superar algunos frenos del pasado, incluyendo algunos fallos en la política de precios.
La semana pasada Google, con el respaldo de firmas tales como Intel, Sony o Logitech, presentó Google TV, una plataforma de televisión e Internet en una única interfaz. Google proporcionará el software y el servicio podría estar disponible a lo largo de este año para algunas TV y reproductores de DVD de alta gama de Sony, para los que Intel proporcionará el chip Atom CE4100.
Intel, que mantiene una cómoda posición al frente del ranking de fabricantes de procesadores para PC no ha conseguido hasta la fecha alcanzar un resultado satisfactorio en el terreno de la TV, pese a algunos intentos en el pasado. Estos intentos apostaban por llevar la TV al PC, pero ahora se apuesta más por lo contrario, esto es, llevar Internet a la TV, reproductores de DVD o los denominados set-top boxes.
Los analistas estiman que el precio de los chips de Intel es algo elevado para este terreno, lo que podría incrementar los precios de los televisores. Existen otras alternativas a las que podría optar Google para potenciar su oferta, lo que podría llegar a afectar al reposicionamiento de Intel en este mercado.
La propuesta de Intel pasa por el Atom CE4100, un chip que ofrece, con un único core, una velocidad de reloj de 1,2 GHz y capacidad para decodificar dos señales de vídeo 1080p. Por el momento, los chips están en fase de producción, e Intel presume de haber recibido más de un millón de pedidos.
Independientemente del cambio de estrategia, los analistas consideran que el precio final de las televisiones y los dispositivos que necesiten instalar los usuarios serán los que marquen el éxito o el fracaso de la iniciativa, pero la fama de Intel de contar con precios más altos no parece que vaya a ayudar a priori. De hecho, las estimaciones de los analistas pasan por señalar que cada dólar de más en el precio del procesador, supone un incremento de tres dólares en el precio final del televisor en el punto de venta.
La reacción de Intel ha sido clara, y el pasado viernes Eric Kim, vicepresidente y director general de Digital Home Group de Intel, señalaba que el CE4100 tendrá un coste competitivo comparado con sus competidores, lista compuesta por firmas tales como Texas Instruments, Qualcomm o Samsung, entre otros.
Por el sobreprecio, Intel podría proporcionar a los usuarios beneficios de potencia o de software frente a sus competidores, lo que podría reducir los costes de producción de las televisiones por el ahorro en software que tendrían los fabricantes, lo que les vendría bien en un segmento donde el margen de beneficio cada día está más ajustado.
Por último, cabe señalar que Intel sigue adelante en el desarrollo con Nokia de la plataforma Meego, lo que podría añadir otro capítulo a este culebrón.
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