Si le apostaste a las computadoras cuánticas quizás te hayas equivocado de caballo, porque al más puro estilo de una cinta de ciencia ficción, es posible que nuestras computadoras cobren vida y no me refiero a usar neuronas de ratones, sino a bacterias.
Lo anterior, gracias a un conjunto de investigadores estadounidenses que han logrado resolver el puzzle del problema del camino hamiltoniano (en el que se busca la mejor ruta entre 10 ciudades) usando bacterias.
En este tipo de problemas se generan una infinidad de posibles respuestas (dadas por las rutas y vectores), al punto que de entre 4 millones de alternativas una computadora normal debe ir probando una a una, similar al sistema por fuerza bruta; mientras que las bacterias pueden resolver el problema en un instante, probando todas las alternativas de forma simultánea.
La programación de un computador de estas características es bastante compleja, por lo que los investigadores usaron una versión corta del problema del camino hamiltoniano (con 3 ciudades en vez de 10) y una versión modificada genéticamente de la E. coli.
Para la resolución del problema, las ciudades fueron representadas por una combinación de genes que hacían que las bacterias brillaran de color rojo o verde, y las rutas entre las ciudades fueron exploradas generando combinaciones aleatorias de ADN, la bacteria que daba con la respuesta brillaba de los dos colores a la vez produciendo una tonalidad amarilla.
Los científicos creen que este método podría ser ampliado utilizando otras diferencias genéticas o midiendo la resistencia a ciertos tipos de antivirus, lo que supondría la ampliación de la capacidad del sistema para resolver problemas más complejos, aunque el sistema tal cual se probó puede resolver otros tipos de problemas, pese a sus limitaciones.
Cabe destacar que, este sistema supone otra gran ventaja, un computador bacteriano aumenta su potencial a medida que las bacterias se reproducen, pero a la vez genera el problema ético de usar, modificar y crear seres vivos para nuestra conveniencia o sólo para experimentar.
Finalmente, puede que el futuro de la informática no vaya de la mano de computadores bacterianos, pero el equipo de investigadores también ha presentado avances al generar circuitos electrónicos en los que ciertos componentes se basan en bacterias, es decir, son literalmente circuitos electrónico-biológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario