Una vez leí una historia de un millonario que comía pan con mortadela y manejaba un Fiat 147 todo abollado. Sus amigos se burlaban de su tacañería pero un día lo vieron llegar en un Ferrari y le dijeron: “Por fin te decidiste a darte un gustito!”. “No” les dijo él “la verdad es que estoy arruinado”. “¿Y entonces?” le preguntaron. “Nada, que cuando realmente tenía plata no necesitaba aparentar”.
En nuestra noticia de hoy, el millonario arruinado -aunque, en rigor, no tan arruinado- es Yahoo, que pretende hacerse una nueva sede corporativa en el corazón de Sillicon Valley, un campus de casi 28 hectáreas comprado por USD 112 millones el 2006. Estará integrado por 13 edificios de 6 plantas, muy a semejanza del Googleplex que queda a pocos kilómetros de ahí.
La prensa tecnológica mundial se enteró del ambicioso proyecto porque éste se votó en el concejo municipal de Santa Clara, en donde la iniciativa -era que no- fue aprobada por siete votos a cero, por lo que es cosa de tiempo hasta que Yahoo abandone su sede de Sunnyvale y se instale en el masivo complejo de Santa Clara, pensado para 12.000 empleados de los casi 14.000 que trabajan en la empresa.
La noticia me provoca sentimientos encontrados. Cuando Carol Bartz tomó las riendas de Yahoo su objetivo era racionalizar los gastos para incrementar los márgenes operativos, y eso incluía deshacerse de las unidades menos rentables aunque tuvieran valor simbólico, para concentrarse en las que efectivamente reportaban dinero. ¿Cómo se corresponde eso con el hecho de que un año y medio después se estén embarcando en una inversión de cientos de millones de dólares?
Las fuentes al interior de la empresa han justificado el proyecto con el lema: “Yahoo necesita una sede en una ubicación de alta visibilidad”, lo cual nos vuelve a llevar al cuento del millonario, que recién cuando se vió arruinado decidió que necesitaba aparentar. El problema es que Yahoo ha sido una firma inconsecuente a la hora de guardar las apariencias. Hce seis meses la misma CEO figuraba dando una conferencia de prensa en Singapur y diciendo que los resultados de la compañía fueron horribles en el 2009. Una empresa que se la juega gastando lo que no tiene para tomar una posición de alta visibilidad, o en otras palabras adoptar una actitud exitosa, no anda llorando sus miserias frente a la prensa.
Ahora bien, ¿Realmente está tan mal Yahoo? Hace cosa de un mes mostraron sus resultados para el primer trimestre y, la verdad, tan mal no están porque ganan más plata que hace un año y tienen números azules. Ahora bien, esos números azules no provienen en su totalidad de la operación. Una parte viene del acuerdo con Microsoft y otra, de la venta de Zimbra. Como no va a celebrar acuerdos cada trimestre, ni tiene muchos otros Zimbras para vender, el razonamiento lógico sería buscar la austeridad y levantar cabeza fortaleciendo la operación para alcanzar los márgenes operacionales de 15 a 20% como se propuso la CEO en la mentada conferencia de Singapur.
De alguna manera, esto de renunciar a desarrollar un motor de búsqueda y hacer una alianza con Microsoft, y luego vender Zimbra, es como ir en un globo que pierde altura y deshacerse de algunos pesos para volver a elevarse. Paralelamente, embarcarse en un mega proyecto inmobiliario es como echar a un elefante en la canasta del globo, arriesgando de paso la altura ganada.
Curiosamente, en medio a la volatilidad bursátil de las últimas semanas, las acciones de Yahoo no cayeron como consecuencia de los planes de hacer el Yahooplex, de la misma manera que tampoco aumentaron cuando se anunciaron los resultados favorables. Es como si el mercado ya no esperara nada de Yahoo, y de la empresa nada les sorprendiera, pero al mismo tiempo le tienen un respeto tan grande a su tamaño que nadie apuesta por su desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario